PÁNICO
Glenda Zapata
27 de junio 2020 a 25 de agosto 2020
Así, entendemos por pánico un miedo muy intenso y manifiesto, especialmente el que sobrecoge repentinamente a un colectivo en situación de peligro. Y son precisamente estas dos cuestiones las que realmente definen este proyecto: la simultaneidad y el sentimiento de peligro de un colectivo.
Pánico es un nuevo proyecto de la artista de origen
boliviano Glenda Zapata, producido por la Galería Freijo de Madrid para la
presentación de su primer proyecto expositivo dentro del programa LZ46, para el
que la artista ha mantenido numerosos encuentros discretos con distintas
mujeres, también de origen boliviano y residentes en el madrileño barrio de
Usera, en los que sus conversaciones han sido transcritas gráficamente por otra
mujer.
A través de esta práctica, Glenda Zapata hace suyas las revistas de crónica ilustrada que recorrían los quioscos y las calles de las ciudades de la primera mitad del siglo XX y que ahora se presentan en un doble formato a través de una exposición y una publicación, que tiene carácter de número 0.
Si bien las protagonistas de la misma son mujeres, con
sus relatos, sus miedos y sus vidas, el objetivo de este proyecto va más allá
de los géneros en tanto que pretende llegar a la amplitud de la sociedad,
puesto que la violencia sufrida, relatada y dibujada por mujeres de origen
boliviano es compartida por muchas mujeres españolas que se ven reflejadas en
ellas y son muchos los hombres que participan de ella; además de que, como
cuenta Rita Segato en el mandato de masculinidad, la primera víctima es el
hombre por la carga social implícita. Sin embargo, el destinatario y quien
acoge esta violencia sin solución de continuidad es toda la sociedad, todas las
sociedades, último responsable de su pervivencia.
La doble victimización de las mujeres protagonistas de
estos relatos –por sufrir la violencia en sus cuerpos y por el señalamiento
público al denunciarla– es una de las responsables de la migración de las
mismas, quienes, al llegar aquí, se encuentran con una escena que no difiere
tanto de la que huían.
Otra interesante cuestión que recorre Pánico es
el papel de la traslación de los relatos orales a un soporte gráfico dibujado
por una mujer, en este caso de origen español, que ha jugado un importante
papel al incorporar a su rol de cronista, el imaginario exótico implícito en su
educación y cultura aportando la idea de traducción como un valor añadido al
relato.
La exposición consta de una serie de dibujos,
la publicación del nº 0 de Pánico, y se completa con una serie de piezas
de audio en las que los sonidos de la música popular se acompañan con letras
compuestas por Glenda Zapata a partir de noticias publicadas en la prensa
boliviana referidas a otros casos de violencia de género en los que además se
dan la mano la impunidad de la corrupción y la vergüenza social.