Arte político. Del 68 a Ayotzinapa
Brodsky, Duarte and Ehrenberg
29 de junio 2017 a 25 de agosto 2017
Anunciamos la incorporación al roster de la galería, del autor argentino Marcelo Brodsky, reconocido por su trabajo con la memoria histórica.
Rendimos homenaje a José Duarte y a Felipe Ehrenberg.
Hay más miedo en los vencedores, que en los vencidos.....
Por Manuel G. Freijo
Los artistas se ven siempre influenciados por los cambios sociales. Si tenemos en cuenta que uno de los más grandes, a la vez que horrorosos, de estos cambios sociales, son los conflictos bélicos. La destrucción no existiría de no haber una creación anterior, el ying y el yang, la luz y la oscuridad. Pero hay un elemento que tiene vital importancia entre estos dos acontecimientos, y es la fuerza motriz. La fuerza creadora impulsa al ser humano a ampliar horizontes, a descubrir, a investigar, a saciar. Esta mezcla de Eros y Tanátos, unida a esta fuerza motriz, generan a su vez una esperanza, una posibilidad de poder vivir mejor, de entender mejor nuestro entorno.
Una flexibilidad neuronal que genera ánimos incluso ante la destrucción, incluso ante la guerra.
Uno de los textos más recurrentes cuando se trata de hablar de la guerra y de los artistas expuestos a ella, es aquella carta que escribió Marinetti, desde las trincheras de Adrianópolis, en plena Primera Gran Guerra; donde le describía a Russolo, con una minuciosidad propia de un psicópata, los sonidos en aquella trinchera. Y cito el trozo de la carta que menciona Luiggi Russolo en su manifiesto futurista. Era el año de 1913.
“"cada 5 segundos cañones de asedio destripar espacio con un acorde ZANG-TUMB-TUUUMB amotinamiento de 500 ecos para roerlo, desmenuzarlo, desparramarlo hasta el infinito. En el centro de esos ZANG-TUMB-TUUUMB despachurrados amplitud 50 kilómetros cuadrados saltar estallidos cortes puños baterías de tiro rápido Violencia ferocidad regularidad esta baja grave cadencia de los extraños artefactos agitadísimos agudos de la batalla Furia afán orejas ojos narices ¡abiertas! ¡Cuidado! ¡Adelante! qué alegría ver oír olfatear todo todo taratatatata de las metralletas chillar hasta quedarse sin aliento bajo muerdos bofetadas traak-traak latigazos pic-pac-pum-tumb extravagancias saltos altura 200 metros de la fusilería Abajo abajo al fondo de la orquesta metales desguazar bueyes búfalos punzones carros pluff plaff encabritarse los caballos flic flac zing zing sciaaack ilarí relinchos iiiiiii pisoteos redobles 3 batallones búlgaros en marcha croooc-craaac (lento) Sciumi Maritza o Karvavena ZANG-TUMB-TUUUMB toctoctoctoc (rapidísimo) croooc-craaac (lento) gritos de los oficiales romper como platos latón pan por aquí paak por allí BUUUM cing ciak (rápido) ciaciacia-cia-ciaak arriba abajo allá allá alrededor en lo alto cuidado sobre la cabeza ciaak ¡bonito! Llamas llamas llamas llamas llamas llamas presentación escénica de los fuertes allá abajo detrás de aquel humo Sciukri Pasciá comunica telefónicamente con 27 fortalezas en turco en alemán ¡aló! ¡¡Ibrakim!! ¡Rudolf! ¡aló! aló, actores papeles ecos sugerentes escenarios de humo selvas aplausos olor a heno fango estiércol ya no siento mis pies helados olor a salitre olor a podrido Tímpanos flautas clarines por todos los rincones bajo alto pájaros piar beatitud sombras cip-cip-cip brisa verde rebaños don-dan-don-din-beeeé Orquesta los locos apalean a los profesores de orquesta éstos apaleadísimos tocar tocar Grandes estruendos no borrar precisar recortándolos ruidos más pequeños diminutísimos escombros de ecos en el teatro amplitud 300 kilómetros cuadrados Ríos Maritza Tungia tumbados Montes Ródope firmes alturas palcos gallinero 2000 shrapnels brazos fuera explotar pañuelos blanquísimos llenos de oro srrrrrrrrr-TUMB-TUMB 2000 granadas lanzadas arrancar con estallidos cabelleras negrísimas ZANG-srrrrrrr-TUMB-ZANG-TUMB-TUUMB la orquesta de los ruidos de guerra inflarse bajo una nota de silencio sostenida en los altos cielos balón esférico dorado que supervisa los tiros,,.
En todas las guerras hay vencidos y vencedores, hay exilio y separación. Hay desaparecidos, asesinatos, tortura y también mucha, mucha propaganda. Es la gran rueda del carro llamado represión. Que a veces, incluso en períodos de supuesta paz, se muestra como aquella rueda con afiladas cuchillas que usaba Calígula para segar las cabezas de sus semi-enterrados adversarios.
Porque hay mas miedo en los vencedores que en los vencidos. De ese miedo se alimenta la represión. Los tres artistas que exponemos en esta muestra colectiva, hablan de la guerra, hablan del dolor, de la represión. Nos intentan transmitir sentimientos muy complejos, que son el fruto de nuestras peores pesadillas.
Pero ellos, ellos tienen un deber, no pueden limitarse a pasar por el mundo mirando hacia otro lado, no. Ellos necesitan expresar sus sentimientos. Sobre todo si lo tuvieron que hacer desde el exilio, desde la indiferencia, desde el desprecio. Pero ellos, ellos tienen un deber, y no es con la sociedad, que podría darse el caso. No. Ellos simplemente no tienen el control de su obra, es el corazón el que habla por ellos, en ocasiones grita, mudo de dolor. Los tres artistas que exponemos estuvieron exiliados, detenidos, y sobre todo estuvieron, durante algunos años, temiendo el día en que esa rueda llamada represión se cruzara en su camino. Pero a pesar de todo, no podían dejar de contarlo. Pepe Duarte, Felipe Ehrenberg y Marcelo Brodsky, vivieron todo el horror que menciono, sin ser soldados, ni patriotas, tuvieron que luchar por su vida, y huir. Felipe por la matanza de Tlatelolco que se exilió en Devon. Brodsky en Barcelona, y Duarte se exilió a trabajar de una manera distinta a la que hasta entonces había hecho. Muy en la línea de José Guadalupe Posada, así trabajó, en silencio, durante el periodo de Estampa Popular.
Nunca olvidaré las sabias palabras de Felipe Ehrenberg, “Si los responsables de la matanza de Tlatelolco, hubieran sido juzgados, Ayotzinapa jamás habría tenido lugar.”
Por muchas razones creemos que la obra de Marcelo Brodsky es más que adecuada para la sociedad española, así ayudará a hacer preguntas de los más jóvenes a sus padres acerca del pasado reciente del país. Algo que hoy por hoy sigue siendo tabú.