Killing Fields, comisariado por Berta Sichel
Teresa Serrano y Lucía Madriz
6 de marzo 2018 a 28 de abril 2018
"Killing Fields es un intercambio entre dos artistas, Teresa Serrano y Lucía Madriz, separadas por casi dos generaciones y con proyectos realizados en décadas distintas, que se encuentran ahora en Madrid con trabajos e ideas que alteran la percepción sobre temas que ocupan con una intensidad cada vez más excesiva a científicos, escritores y medios de comunicación: la extinción de los polinizadores, la gran industria alimentaria y el biocolonialismo. Sus obras ofrecen una palpable resistencia a estas circunstancias, aunque evitan imágenes de violencia y destrucción.
Los proyectos de estas dos artistas están indudablemente comprometidos con el asunto; las asociaciones y referencias son profundas y sutiles, y convergen en una compilación de imágenes ricas en implicación y concienciación social. Como visión de conjunto de la situación actual, son trabajos perspicaces y poseen el temple que caracteriza cierto tipo de arte: el que dirige la mirada y la mente a lo que sucede en nuestro entorno.
Sus proyectos no están relacionados con el Land Art o el Environmental Art de la década de los sesenta, pero sí con la sostenibilidad. Los principios clave del arte sostenible son la ecología, la justicia social, la no-violencia y la democracia de base. Historiadores críticos con algunas actitudes de los artistas clásicos del Land Art, han escrito que estos artistas demostraron escaso interés por las consecuencias medioambientales de sus intervenciones y trataron el paisaje como un gigantesco lienzo. En cualquier caso, estos movimientos artísticos y el arte conceptual han allanado el camino para la creación de obras vitales para el arte contemporáneo y es indudable que sus revolucionarias ideas sobre la naturaleza de la representación han ejercido influencia en el trabajo de estas artistas, pero la intención es otra.
La frase Killing Fields está primariamente asociada con el régimen del Khmer Rouge, que utilizó los campos de Camboya para asesinar y sepultar a más de un millón de personas. Aquí se transforma en una metáfora para expresar lo que está sucediendo en los campos de cultivo agrícolas y con los víveres, que se están contaminando por el uso descontrolado de pesticidas y fertilizantes químicos con alto contenido de agentes devastadores. Un abreviado ensayo visual - numerosos artistas en Europa y Estados Unidos vienen enfocando su arte en estos temas - la extinción de los polinizadores y el comercio de las semillas transgénicas, en consecuencia, del sistema "más rápido-grande-barato" de la industria alimentaria, que arrasa los recursos naturales del planeta pueden provocar, en última instancia, el colapso de nuestra civilización."